Javier Martínez Moyà.- Todas las compañías de teleoperadores están destruyendo empleos en España. Empresas como Movistar, Orange, Vodafone y otras muchas más, como las que ofrecen los servicios de ADSL, Gas Natural, así como las concertadas para servicios de atención al cliente o venta de productos, usan subcontratas con plataformas de teleoperadores sudamericanos.
La cuestión es la siguiente: Un teleoperador español cuesta 750 euros mientras que el sueldo para un teleoperador sudamericano es de 253 euros. Es decir, que por el sueldo de un trabajador español se pagan 3 trabajadores en Sudamérica.
Todas las compañías están desviando las llamadas a Sudamérica para aumentar sus beneficios. Y no sólo lo hacen las grandes compañías como Telefónica, Orange y Vodafone, entre otras. Estas empresas y todas las restantes subcontratan a empresas de telemarketing como Qualitel, Atento, Sitel, Teleperfomance y otras muchas más, que cuentan con plataformas en países sudamericanos.
Un ejemplo: Una pequeña empresa necesita a un teleoperador para atender llamadas. El empresario contrata a la compañía de teleoperadores, que se encarga de formar a un trabajador sudamericano para el producto que ofrece dicha pequeña empresa. Cuando un español llama para que le ofrezcan información o para efectuar una reclamación… la llamada se desvía a Sudamérica y nos atiende un operador de allí.
Esto ha provocado que en los dos últimos años se hayan destruido miles de empleos en España dentro del sector. Todo parece indicar que esta tendencia no hará sino incrementarse.
¿Qué podemos hacer para revertir una tendencia que ha dejado sin trabajo a miles de compatriotas españoles? Existe felizmente una solución y está en nuestras manos. Es la siguiente:
1.- Si alguna de estas compañías nos llama para ofrecernos un servicio o producto, debemos ser rotundos y exigir hablar con un trabajador español. En caso de que esto no fuera posible, el cliente debería poner fin a la comunicación telefónica. Esto vale también para el caso de que una compañía de telefonía móvil nos llame para que valoremos el servicio que ofrecen.
2.Si la persona que recibe una llamada, tiene una lengua cooficial, se les puede exigir que le atiendan en esa lengua. De esta forma, se verán obligados a contratar gente española.
3-En las valoraciones que se solicita a los clientes, se puntuará negativamente el trato recibido. Ello por una razón fundamental: si somos clientes españoles es lógico que nuestra tributación a estas compañías beneficie sobre todo a los españoles y no los condene al paro. Por tanto, nuestra valoración debe ser negativa en cuanto no garantizan ningún beneficio ni para España ni para sus trabajadores. Es más, las empresas privadas se están haciendo de oro a base de empobrecer a los trabajadores españoles y explotar a empleando sudamericanos, quienes al cobrar sueldos tercermundistasestán enriqueciendo a esas compañías especulativas.
Por ello, nuestro boicot en este aspecto debe ser total. No podemos permitir que algunos egoístas se hagan de oro a costa los españoles, sin contar más que con nuestro dinero. Y ojo, no se trata de ir contra los trabajadores de fuera, sino de defender primero a los nuestros, condenados a la pobreza por un sistema económico que no está al servicio de las personas.
En todos sitios se cuecen habas. Es veraderamente penoso el hecho de que un teleoperador cobre una miseria, pero lo es mucho más que traguemos con todas las perrerías que nos hacen las empresas de telecomunicaciones. Para mi que tanto modo de telecomunicarnos nos está volviendo rematadamente idiotas.
ResponderEliminarUn saludazo.