El otro día en Intereconomía, oí a Carlos Dávila decir en alta voz y sin titubeos, calificar a unos indeseables de “cabrones”.
Mi primera reacción fue de sorpresa, pues Carlos es un periodista muy profesional pero al mismo tiempo, es un persona muy visceral y ello le dota de gran humanismo y nobleza.
A continuación, pasé del asombro al aplauso con mucha satisfacción, al comprobar que los ciudadanos mediáticos empiezan a utilizar las armas, que la lengua española nos otorga y que la izquierda troglodita nos inculca con lo “políticamente incorrecto”. Quiero recordarte que lo “políticamente correcto” lo inventó la partitocracia para evitar que nadie utilice adjetivos calificativos bien definidos en contra de la Casta política.
Carlos Dávila estaba frente al patético Antonio Miguel Carmona, no se si esta presencia despertó el subconsciente de Carlos, pero el resultado fue muy positivo, porque digo yo, ya es hora que se pongan los calificativos apropiados a “personos” con nombres y apellidos.
Todo esto viene al hilo del tema de las putas lenguas autonómicas y las derivas que conllevan. Por ejemplo, si un ladrón te roba, ese es un cabrón, pero si además se mofa delante de tus morros malgastando tu dinero y sin posibilidad legal que puedas hacer nada, ese sin duda es un hijo de puta, ¿O no?
Eso es lo que pasa con tu dinero, con los senadores, los traductores y con la esquizofrenia nacional que sufrimos. Se gastan tu dinero y además se ponen hacer el gilipollas con él. Y tu, mientras, como un imbécil, viendo como se mofan hablando en unas putas lenguas que duran lo que dura la sesión, porque cuando salen del senado, todos esos hijos de puta se dirigen al resto de los ciudadanos en español sin necesidad de traductores ni de la madre que los parió.
Pero te voy a estrujar un poquito mas los testículos a ver si revientas de una vez. Si según ellos, si tan coherente son los traductores y si por ley, tuvieran que pagarlos ellos de sus bolsillos ¿Los pondrían?. La respuesta es muy sencilla, no, para que vamos a pagar con nuestro dinero unos traductores, si podemos entendernos todos en español.
¡¡Que aquí no se trata de economía!!, ni del costo de los traductores ni de crisis económica como alegan algunos, aquí se trata de sensatez y de no seguir haciendo el gilipollas a nivel planetario.
Los políticos españoles son los únicos imbéciles del mundo mundial, que teniendo una lengua común, utilizan traductores. Y vosotros, ciudadanos, sois los únicos gilipollas del mundo mundial, que lo permitís. Por mucho menos, en otros países se tiran a la calle.
Pero volviendo a los políticos, ¿Son o no son unos hijos de puta?..... Además, para que no haya atisbo de duda, tanto delito tiene el delincuente como el colaborador necesario y en este caso me refiero al PP.
¿Qué podía hacer el PP?, primero despertar a Rajoy, segundo levantarse todos y tercero mandarlos a todos a la mierda. ¿Qué no se puede hacer eso?, claro que se puede, todo depende de donde pongas los límites.
Así, que mientras me chuleen con mi dinero, los unos y los otros, todos unos hijos de la gran puta.
Yo se que me he pasado, tu a lo mejor necesitas mas, ¿Mas de que?... de corrupción, destrucción de España, de estado judicial politizado, de gilipollas gobernando, de malversación de fondos, de parados, de inseguridad jurídica, de inseguridad ciudadana, de prohibiciones, de control de medios, de negociar con terroristas, de falta de LIBERTADES....
Juan Vte. Santacreu
Totalmente de acuerdo. Nuestro idioma es lo suficientemente rico como para permitirnos dar a cada cual el calificativo que se merece. Frente al eufemismo de lo políticamente correcto, ¡hablemos con propiedad!
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